
Nunca había visto algo así: todos los días hay fila para hacerse fotos con la buganvilla del Parque Taoro, en Puerto de la Cruz. Florece con toda su fuerza y brilla con toda su energía en invierno, aprovechando el clima tropical canario. Y es en estos meses cuando la gente se queda impresionada al pasar por el parque y encontrársela de repente tan gigantesca y tan frondosa.
En mi foto no se consigue ver, queda fuera del encuadre, pero sí he intentado retratar lo que la buganvilla ve todos los días: parejas posando, niños jugando al escondite por sus recovecos y grupos de turistas haciendo fila para salir con ella en alguna foto.