Me resonó mucho la frase porque a veces he tenido sensaciones contradictorias hacia ellas, hacia las rutinas. Su interpretación depende mucho de quién habla y del contexto en que lo hace, del momento, pero cualquiera con un poquito de experiencia - por no decir "unos pocos años" - será capaz de valorarlas y buscarlas. Te ayudan a encontrar calma a la vez que crean espacio disponible. Organizan, no solo el tiempo sino también la mente.
Como resume Let B. Díaz en su carta de la semana pasada:
La rutina ordena.

