
Ya había escuchado en alguna ocasión esta frase de Antoine de Saint-Exupéry, pero al leer la Bonilista del domino pasado cuando hizo clic, me hizo reflexionar sobre mí mismo y pasó a formar parte del cuaderno de citas en tinta. Recomiendo la lectura del boletín de David Bonilla para encuadrar bien el significado de la frase.
