Dicen que cuando te haces un tatuaje ya no hay marcha atrás, que no vas a parar de llenarte la piel de tinta. Yo empecé en 2017 y desde entonces, cuando ocurre algún momento importante en mi vida, suele aparecer la idea de fijarlo en el cuerpo. Al regresar a Tenerife en noviembre ya tenía claro que, de alguna manera, algo de la isla iba a formar parte de mí por fuera de la misma que ya formaba parte de mí por dentro. ❤️
Hay una ilustración de El Típico de Tenerife que me encanta: la vista del Teide, con el pico por encima de su mar de nubes, desde la ventana del avión. Hablé con Karma Tattoo aquí, en Los Realejos, que diseñó una versión adaptándolo al estilo de tatuaje neotradicional, que lo mola todo y que encaja genial con el resto de mis tattoos. Y este es el resultado, con el que no puedo estar más contento. 😊

