La rapidez tiene un precio: por qué creemos en mierdas

Ya he terminado la lectura de ”Por qué creemos en mierdas”. Es un libro con el que aprender mucho sobre cómo funcionamos, sobre cómo nuestra forma de procesar la información a menudo busca la rapidez por delante de la racionalidad y qué efectos colaterales tiene esto: la predisposición a creer en gilipolleces. Ser rápidos tiene un precio.

Ahora especialmente, después de un año de pandemia coronavírica, lo recomiendo sin ninguna duda. Aclara por qué ocurren las fake news, por qué difundimos bulos y por qué creemos en mierdas. El problema en sí no es nada nuevo, pero sí lo es la velocidad de difusión y el alcance. Y lo aborda con un lenguaje sencillo, claro y directo. Es hasta divertido: te ríes y aprendes. Doble gusto. 🙌

El autor se moja. Ramón Nogueras habla sin paños calientes. No lo conocía, pero parece que es un rasgo característico suyo. Documenta cada capítulo con sus referencias y explica muuuuchas situaciones que te van a sonar (MUY) familiares. Tan pronto habla de inmigración como te explica experimentos científicos que te dejan con la boca abierta o te da las claves para montar una secta. 

Si alguna vez has pensado “ojalá la gente fuera más racional”, te va a encantar este libro. Especialmente si lo pensaste entendiendo como “racional” tu propia postura. Ejem.

Tengo la sensación de haber aterrizado muchos conceptos con este libro. De haber conectado muchas ideas. Me ha gustado mucho ese toque práctico y “para todos los públicos” que ha conseguido aplicar a conceptos como la disonancia cognitiva o la explicación práctica de algunos sesgos con los que convivimos cada día. Me ha ayudado a ser más consciente - todavía - de la importancia de utilizar las redes sociales siempre de forma intencional. De estar más alerta ante los medios, puesto que ellos buscan el clic, el dinero, la lucha por la atención. Por supuesto que los medios no nos dicen qué pensar, pero sí en qué ponemos nuestra atención. Esto es clave.

Mi atención es demasiado valiosa como para no aprender a entenderla y a manejarla.

Es guay que, además, el libro te ayude a liberarte un poco de la sensación de ser medio lelo, te haga sentir mejor al saber que no eres el único atontado que, teniendo la información correcta y suficiente, toma un camino irracional. Todos estamos predispuestos a creer en mierdas y a justificar contra toda razón nuestras disonancias cognitivas, por muy listos que seamos. Aunque, por supuesto, preocuparte por aprender cómo funcionan te hace más habilidoso.

Como dice la pareja del autor en el epílogo, aceptar los sesgos ajenos y trabajar en aprender a identificarlos en nosotros mismos nos hace mejores personas. Por ello, este libro debería ser obligatorio. 

¡Dale caña! 🤓💪

Recursos interesantes a raíz de la lectura del libro: