
El día 1 por la noche embarcábamos, con el coche cargado hasta las trancas, en el ferry de Fred Olsen en Santa Cruz de Tenerife. Cuarenta horas después, con un poco de retraso respecto a lo planeado y mucho cansancio acumulado, llegamos a la península atracando en el puerto de Huelva.


Llevábamos biodraminas por si acaso, pero no hicieron falta porque el mar estuvo muy calmado todo el trayecto. El camarote muy limpio y suficientemente cómodo, el tiempo muy amable y la comida bastante regulera. En general, muy bien el viaje.


PD: las fotos desde el camarote las he subido a Unsplash. Ahí están disponibles a alta calidad.